MARILYN IT'S COMING TO SESEÑA (calienturing imagination)


Si Marilyn hubiera vivido, hoy tendría ochenta y un añitos, una edad nada desdeñable para seguir siendo un mito erótico, y continuar con su leyenda teniendo novios butaneros, fontaneros, cubanos ó agentes de bolsa. No hay más que ver a la Taylor y a la Montiel, cuyos representantes a veces les meten chutes de oxígeno cuando hay que acudir a algún acto. Las grandes estrellas maduras, siempre van seguidas detrás por una UVI móvil, cinco estilistas y cuatro chicas de Maybelline New-York, que les pintan cromáticamente como a los Sarcófagos de Luxor.


Sería una especie de engendro con corsés inmundos, llevaría pelucas y rellenos en las tetas, así como cruzados mágicos especiales para que no se le cayeran hacia el estómago, tipo watussa del Congo. Si Marilyn viviera, escribiría un manifiesto en contra de Rajoy ("-Qué feo es, no tiene la prestancia de los Kennedy" -diría) y se expresaría claramente disgustada con las nuevas y absurdas medidas de seguridad sobre líquidos para el tráfico aéreo, declarando que no cogería un avión ni muerta, mientras el gobierno americano y el de la Unión Europea no le permitieran viajar con sus 200 litros de Botox en el equipaje de mano, como hacen la Taylor y la Montiel viajando de sala Vips en sala Vips, con un protocolo especial, controlado por el Mossad y la Cia, llamado S.L.A.D :"Special Liquid Allowance for Divas".


Si Marilyn viviera, "Salsa Rosa" querría traerla, para que contara todas las guarraditas y las posturas de Geisha que ponía con Joe DiMaggio y Arthur Miller, que ponía con Robert y Bob. Y ella lo contaría, previo pago de varios millones de euros, lo cual haría que una noche de San Isidro, España se olvidara de la Pantoja, y que algunos periodistas del corazón, se pusieran a practicar su nefando inglés de Torremolinos, ante los fallos de la traducción simultánea.


Todos comentarían al día siguiente, no la aparición de Marilyn en el programa, sino el intento, dos días antes, de grabarla en el hotel sin maquillar, a las cinco y media de la mañana, momento en el que, aturdida por los somníferos de nueva generación, reaccionaría ante el paparazzi y el cámara de la misma forma que El Pocero:
El Pocero, patrocinador de la visita de la vieja Marilyn a España, que amadrinaría diez edificios con el nombre de "Apartamentos Monroe Corner". El Pocero, constructor-Gurú de los Constructores-Pelotazo, creador de la Ciudad Fantasma-Santuario de Seseña, al lado de Madrid, que ves pasando en tren surgida como un inquietante Monstruo de siete cabezas, cual un Benidorm elevado a la enésima potencia, entre descampados...

El Pocero qué también se cogió un cabreo de órdago porque la cámara le sacaba brillos en el cutis, y que mostró sus buenas maneras como empresario-modelo a todos los jóvenes que estudiaban económicas o empresariales, y que soñaban con ser como él....gente honrada que multiplica los ladrillos en sus manos; facilidad por la que ya se nos conoce a los nuevos españoles en el mundo, nada que ver con dar taconazos en un suelo de linóleo, el flamenco quedó atrás, ahora somos el Reino de los Ladrillos, que a Marilyn le encantarían, porque le recordarían su pasado cutre en el Bronx.