ZARAH LEANDER Y LENI RIEFENSTAHL, DOS LEYENDAS ALEMANAS


¿Puede, debe enjuiciarse a un artista, un músico, un cantante, un pintor, un escritor, desde un punto de vista moral, ético-político, o debe diferenciarse su arte, lo que deja y lega a los demás, como algo puramente abstracto, despojado de toda intencionalidad, atendiendo sólo a su calidad por encima de todo?
Es una pregunta interesante. Grandes figuras de la historia del arte, de la canción, de la música, de la literatura, de la pintura, han pasado a la historia independientemente de la época en que vivieron...y de que colaboraron, se aliaron y compadrearon con regímenes ó poderes no del todo aconsejables ni virtuosos, de uno u otro signo.Tal vez lo sublime acabe pudiendo a lo mundano, y el arte sólo queda porque es bello. Tal vez el arte, la obra, quede por encima del artista y las contingencias y miserias necesarias para sobrevivir. Esta entrada para nada pretende justificar uno de los períodos más convulsos y oscuros de la historia de la humanidad, sino intentar explicar o plantear porqué el arte sobrevive a ellos.

Zarah Leander, máxima estrella de la UFA (la CIFESA alemana de la época), nacida en Suecia, -muchos la creen alemana-, que una vez con renombre en los países escandinavos, marcha a Alemania y es contratada por el régimen nazi para hacer diez películas en las que interpreta a mujeres fatales, tremendas, siendo la actriz de largo, mejor pagada de la época, y supliendo la marcha de Marlene Dietrich a América, que es considerada por muchos como una traidora... Más no todas las estrellas pueden huir hacia la libertad y escapar a América. Algunas se tienen que quedar y tragar con lo que haya, y no por eso deja de ser una cantante excepcional, única, incluso por la originalidad de su voz grave, casi masculina. Muchos artistas alemanes la han reconocido y reivindicado como un mito, como algo propio, independientemente de su época. Nina Hagen, Ute Lemper han hecho versiones de sus canciones, Fassbinder las recoge en algunas de sus películas, incluso Almodóvar incluye un fragmento de una canción suya en "Que he hecho yo para merecer esto!?"

Leni Riefenstahl, actriz, bailarina, cineasta y fotógrafa, figura rehabilitada y reconocida mucho después en Alemania, multifacética, tan odiada como amada, acusada de colaborar con el nazismo e incluso de ser amante de Hitler (parece ser que este repelente hombrecillo poderoso no daba para tanto, aunque muchos también intentaron meter a Imperio Argentina en el mismo saco, y mira, ha dado para bastante la cosa, hasta para presuntamente, basar "La niña de tus ojos" en su vida).

Loca inclasificable, que una vez que rueda "Olympia" y "el Triunfo de la Voluntad"(un espeluznante documento de propaganda nazi), se dedica, desde 1950 a realizar una labor fotográfica impresionante, viviendo e integrándose diez años entre los Nuba, una perdida tribu de Sudán, como la única y la primera mujer blanca que lo haya hecho nunca; realizando tal vez algunos de los mejores y más personales libros de fotografía que se hayan conseguido sobre el continente africano.

Dueña de una vitalidad impresionante, tan polémica, odiada como controvertida y amada en Alemania, terca, excéntrica, apasionada, vehemente. Con setenta años todavía se dedica a hacer submarinismo, montañismo y otros deportes, e incluso sobrevive con noventa y siete a un tremendo accidente de helicóptero en el que se rompe las costillas, y muere a los 102 años.

La leyenda negra de ser "filonazi" le persigue toda su vida, (queda exonerada por un tribunal de "Desnazificación"), ello no logra eclipsar su calidad, pero si merma sus posibilidades y su prestigio, aunque dedica parte de su tiempo a justificar de todas las maneras posibles, que sólo tuvo un empleo a sueldo, y que ó hacía eso, o no se comía un colín en su país, en ese momento. Su lanzamiento en Estados Unidos (con "Olympia", lo que tal vez le hubiera beneficiado para escapar del nazismo), tuvo el inmenso infortunio de coincidir con los repugnantes episodios de la quema de sinagogas en Alemania, lo que puso al poderosísimo lobby judío en su contra, y tanto una presentación junto con Gary Cooper, así como una entrevista con Walt Disney, fueron canceladas; amén de una oscura historia con un espía doble de Goebbels por medio, que no le dejó respirar, por si se quedaba allí y pasaba de sus paisanos, que complicó todo. No obstante, se las arregló para presentar la película ante 50 periodistas, y "Los Angeles Times" tituló: "Es un triunfo de la cámara y una epopeya de la pantalla. Contrariamente a los que se dice, de ninguna manera es una película de propaganda sino una obra de arte."

La calidad de sus trabajos, no obstante, es incuestionable y de una perfección inusual, no sólo para su época, sino inusual para la historia del cine y la fotografía: Si "El triunfo de la Voluntad" es un documento estremecedor de propaganda nazi (-una pena que lo hiciera, como sus primeros trabajos propagandísticos, ella misma lo lamentó muchas veces-, -pero como documento es todo un tratado sobre el fanatismo de masas, amén de mostrar a un Hitler paranoíco, gritón e histérico, que incluso ahora, podría verse como un ejemplo de aquello en lo que no debe caer nunca la humanidad-).Sin embargo, "Olympia", es considerado como uno de los mejores documentales que se han filmado jamás, sencillamente, en la historia del Séptimo Arte.





FRAGMENTO DE "OLYMPIA".