EACH MAN KILLS THE THING HE LOVES

Como los hombres antigüos y provincianos, los poetas, los locos, los padres casados en secreto con Libros llenos de estatuas desnudas de Miguel Angel. Como los Angeles perdidos con su Nimbo, y los Príncipes de Reinos destronados por solemnes y antojadizos mediocres, pensó en solucionar su duelo con los encantos de un marinero.

Aunque aquélla ciudad quedara lejos de Barcelona y del mar, y lo más parecido al ambiente portuario que pudiera tener fuera un Ministerio de Marina, ó los culos apretados, respingones y prietos de los negros, cuando aún Torrejón existía, pensó que las tristezas de hombre, se compartirían mejor con otros, con otro hombre. Sin duda lo encontraría ahogando sus penas en el típico antro en el que nunca se cruzaría con un familiar suyo (-o sí-): Lo encontraría entre diez parroquianos con el hígado agujereado por las penas, y dos travestis bizcas de paisano, que aspirando profundamente el grueso y venenoso humo de sus cigarros, le llamarían guapo, aún...

Cuando se quitó el traje gris, pensó en Rainer ¿Cómo sería Rainer si aún viviera, con lo feo y lo desagradable que ya era, en muchas ocasiones, con algunos de los que le rodeaban y sufrían? Con la cara llena de picaduras, y un cigarrillo seco, colgándole del labio quemado, apagado por la poca saliva que le quedaba, la poca sangre limpia que todavía podría recorrer su cuerpo:

"-Qué guapo estás así, a cuatro patas, boca abajo y de cara a la pared" -le dijo el marinero (-bueno, el remedo o la ilusión de marinero que encontró): "-¿De verdad lo crees?" -contestó: "¿Dices que mejor así que de cara, tan feo me ves, o es que tengo demasiado buen culo y es lo único que necesitas de mí?"

Pensó en Rainer, en los duelos íntimos por los que habría pasado, la cantidad de tragedias, grandes y pequeñas, que habría visto en la consulta de su padre, el médico de dudosa reputación, que acabó dándole algún chutecillo al opio o trapicheando con él, que es lo único que les daba de comer, incluída Lilo Pempeit, que en secreto odiaba a su hijo, pero que aceptaba algún papel muy secundario de vez en cuando, sólo de vez en cuando, por dinero.

Entonces, cuando se fue el marinero, que alomejor no existió nunca, -como su duelo fingido por la pérdida de un familiar cercano, que bien podría haberse inventado, o alomejor no-...Entonces, cuando se fue el marinero, se puso a ver "Querelle", una y otra vez, y se subió sus buenos nueve minutos, que se le hicieron cortos, muy cortos, porque los vió con la punta de la polla, que es como hay que ver las películas que tratan de hombres que acaban con otros hombres:
Las pelis de hombres atormentados, basadas en obras de Jean Genet siempre acaban igual, -Jeanne Moreau ya empieza a mirar desconfiada desde el primer minuto que se la ve, y se nota que piensa: "-Este alemán raro y periquero ya me ha metido en una co-producción hablada en inglés, a ver cómo acaba este cisco": "- Todos los hombres matan aquéllo que aman"...

Y mientras veía la película, recordó que Rainer se la había dedicado a su amante árabe, no al bordelés: al árabe del que se enamoró perdidamente, al que conoció en Marruecos o en Argelia, en un rodaje, y que convirtió rápidamente en actor, porque le parecía guapísimo.
Si ahora se diera cuenta de todo lo poco para lo que había servido eso... (por no hablar del tremendo final de Brad Davis, -con esa preciosa cara de niño y esa boca incitante, para una salvaje felación en los baños del Aeropuerto de Detroit-). De qué poco había servido que quisiera tanto a aquel árabe, si luego se desentendió de él, y tenían que protegerle, y echarle de los rodajes, porque el árabe a veces llegaba con un cuchillo de cocina, diciendo que quería matarle, y acabó el pobre encerrado en un manicomio: ("Yet each man kills the thing he loves, from all let this be heard. Some does it with a bitter look, some with a flattering word. The coward does it with a kiss the brave man with the sword." )

"-Son las historias que nos gustan a los gays" -le dijo un amigo: "-Y a nosotras también" -añadió una Trans: -"A nosotras también, porque por encima de ser hombres o mujeres, somos Personas"....