CUORE SACRO

"Cada uno de nosotros tiene dos corazones: uno eclipsa al otro, el de fuera al que está más escondido. Pero si miramos en nuestro interior, profundamente, veremos que uno de ellos no puede resistirse a dar y entregar todo el calor del que es capaz. Y ese corazón, es un corazón sagrado..."

Esta es, más o menos la premisa de una de las mejores y más emocionantes películas vistas últimamente. Y sin duda, la mejor película de Ferzan Özpetek, "Cuore Sacro", peli que he visto junto a "L'imbalsamatore" ("El Embalsamador" de Matteo Garrone -gracias Justo por recomendarla también-). Ozpetek, director de cine italiano de origen turco, es conocido por su cine más militantemente gay, que sí se ha estrenado en España y ha llegado sin gran diferencia de fechas, pero su mejor película, es una pena que hasta ahora, no... (sólo está disponible en italiano aún).

Hacía tiempo que no veía cine italiano actual que realmente me conmoviera, y el film lo ha conseguido. Ocurría, más o menos desde las dos grandes últimas obras maestras de Marco Bellocchio ("L'Ora di religione" y "Buongiorno Notte"), el último gran cineasta aún vivo de aquélla hornada de maravilloso buen cine de maestros del Neorrealismo, que emocionó a muchos espectadores en sus butacas:
En "Cuore Sacro", Irene Ravelli, la protagonista, es una alta ejecutiva de un clan familiar, que ha heredado de su padre, un famoso empresario inmobiliario fallecido, no sólo todas las empresas, sino también su talento para los negocios, que le ha llevado a multiplicar y acrecentar el patrimonio paterno, con la ayuda de su tia Eleonora, en muchas ocasiones usando técnicas de mercado, privadas y exentas de escrúpulos.

Conseguida la desafección del solar y vía libre para especular inmobiliariamente con el antiguo palacio familiar, un inmenso edificio en el centro de Roma, Irene descubre que la habitación de su madre Adriana, muerta en extrañas circunstancias y encerrada y confinada por la familia, supuestamente por estar completamente loca, cuando ella era aún muy niña, ha permanecido intacta durante treinta años, como si la mujer lo habitara aún...
Como en una de las mejores entradas escritas por Goldengate(d), que hablaba de un caso similar, la madre supuestamente loca de Irene se dedicó en vida, mientras su familia le había confinado en sus habitaciones junto a un mayordomo, a escribir y grabar su letra en las paredes, con objetos punzantes: extrañas frases indescifrables, sentencias sin fín, curiosos, extraños y enigmáticos signos caligráficos que inundaron las paredes de arriba a abajo...

La vida de Irene, empieza a desmoronarse cuando a la vez que visita el palacio que quiere vender, en el que nota casi viva la presencia de su desconocida madre, recibe de golpe la noticia del suicidio de sus dos mejores y únicos amigos, un matrimonio que se arroja al vacío desde su lujosa terraza con vistas a la cúpula de San Pedro, cogido amorosamente de la mano. Suicidio causado también en parte por la oscura trama de negocios de Irene y su tía.

El fantasma imborrable de la madre y el encuentro fortuíto con Benny, una niña imprevisible y sorprendente, generan en Irene un conflicto, que será la base de una enorme transformación personal.

Benny es una extraña niña sola, que en un principio se nos rebela como una raterilla común, (todo el rato le están llamando a los teléfonos móviles que tiene, sus dueños originales, ya que dichos móviles son todos robados). El caso es que Irene descubre que Benny, es un ser que en el fondo no es lo que parece: roba para dárselo todo a los pobres, a los desheredados. Una niña con un cierto halo extrasensorial, mágico, una especie de Robin Hood, que tiene organizada, a su corta edad, una red de reparto de comidas gratis, en bolsas, conseguida de las sobras de los restaurantes, que es distribuída entre los necesitados, por todo el gran barrio que rodea al Palacio vacío de Irene..., reparto en el que la propia Irene acaba colaborando...junto también a un atractivo sacerdote.

Paulatinamente, Irene, la gran empresaria-modelo, la ejecutiva-agresiva ejemplar, acaba convertida en una especie de defensora laica del bien, de hada de los desheredados, y decide que el Palacio entero, en vez de ser reestructurado y dividido en apartamentos, será convertido en otra cosa...ante la visita alucinada de la tía , que llega en su potente coche negro con chófer y no da crédito a lo que ve: dicha tía, ya se ha quedado alucinada por la crisis altruísta en la que ha entrado su sobrina, cuando, en medio de una conferencia empresarial y ante el asombro de todos los accionistas y técnicos, tiburones, altos ejecutivos financieros, Irene se pone a defender la insolidaridad con el tercer mundo y con las mujeres de Kazajistán conmovida entre lágrimas...

... La película, que podría interpretarse falsamente como una defensa de la santidad, la caridad y el catolicismo barato, es al contrario, una lúcida, valiente, extraordinaria parábola contra las sagas de poder, la aniquilación de todos los valores humanos por el capitalismo que devora todo, y la injusticia, y viene muy bien como un alegato para hacer pensar un poco, frente a la Italia oficial por órden gubernativa que parece que se avecina. Una fábula sobre el egoísmo, el hedonismo y el lujo desmedido y cínico en los clanes empresariales y familiares. Rodada con impresionante naturalismo, no lejos básicamente de los grandes argumentos del neorrealismo...con una halo de cuento mágico, de fábula imposible...

Con toques misteriosos, surrealistas, oníricos y mágicos, y momentos de altísimo lirismo que van aumentando cada vez más el interés en el espectador , es el film con mejor empaque visual y musical de Ozpetek, (la banda sonora de Andrea Guerra es espléndida), añadiendo la soberbia interpretación de la protagonista, una Barbora Bobulova en estado de gracia (una de las mejores interpretaciones vistas en el último cine europeo, una excelente, extraordinaria actriz eslovaca descubierta por Ozpetek, con un sorprendente parecido con Irene Jacob -la actriz de Kieslowski-, que ganó el David de Donatello a la interpretación, -el Oscar italiano- por ésta película). (Gracias especiales a Casanova, por descubrirme el film).