WIZARD OF OZ

MARI MERCHE y SU PANDA: "El Mosquito Yé-Yé" de suaves influencias anglosajonas.
"-First time for everything" ("Primera vez para cualquier cosa") -dice Camilla, saliendo del Rolls-Royce. La frase es flemática y perfecta. El ataque al coche del Príncipe Carlos de Inglaterra por parte de unos estudiantes (con más pinta de gamberros y delincuentes comunes que de estudiar algo) consigue impactar en la Lady Diana: Target publicitario conseguido. Lo que se considera una manifestación "pacífica" tiene desbocados a cientos de policías en el centro de Londres. Sólo a un profundo retrasado mental (un suponer) que fuera jefe de un alto dispositivo de seguridad, se le ocurre meter un viejo Rolls-Royce tipo años Cincuenta, como una carroza de cuento, en una comitiva que pasa a escasos metros de unos manifestantes, una parte de los cuales, se revela bastante violento.

Las escenas en vídeo son dantescas, estilo-postcultura "peleas por móvil": se ve a un tipo
poco estudioso, que oye algo, pasa por delante del coche, y dice: "¡Ohh, La duquesa de Cornwall!" con la misma convicción con la que diría: "¡Oh, el Pato Donald!". Una mujer-policía completamente histérica y un enloquecido agente con chaqué se suben al Rolls, del que parece abrirse la puerta unos segundos . Sin embargo, el coche, como un fetiche de la Feria de Autos de Época, no cesa de ser grabado por las cámaras cuando, milagrosamente, llega a su destino: que es nada más y nada menos que el estreno benéfico de "El Mago de Oz": Pareciera la sutil venganza del espíritu de Lady Di, salida de un Shakespeare contemporáneo.

Camilla baja aterrada, como preguntándose:
"-¿Debo bajar ya ó hay más locos en mi camino de baldosas amarillas?". Charles, más compuesto se atusa la pajarita, de la que parece caer algún cristal. "-El coche es robusto", dicen los medios ingleses (tal vez significando que es una marca nacional): retransmiten el automóvil, y se ve la ventanilla del lado del príncipe completamente partida, hecha añicos: aparte del bote de pintura. Pero lo mejor de la escena y de todos los vídeos es que Carlos y Camilla ante la adversidad, deciden agarrarse fuertemente de la mano y cierran los ojos. Ahí hay amor, una gran historia de amor: En medio de la turbamulta deciden agarrarse de la mano y milagrosamente escapan, protegidos como el Rey Arturo de la conjura, por el embrujo de una canción mágica...