Una vez "reposada" la película, este Bloggerito con osteofito cervical* punzante "Open Comments", se atreve con un resumen que al contrario que las "entradas" más literarias del Blog, intentará ser conciso, objetivo (dentro de la propia opinión intrasferible), resumido, de "The Tree of Life" de Terrence Malick.
"El Arbol de la Vida" habla de esa América (del Norte) terriblemente anglosajona, profunda, de hondos paisajes, puritana, calma, que existió en los 50-60: No Nueva York ni Los Angeles (la América urbana), sino Waco, Tejas (la profunda y rural): Un país inmenso lleno de contrastes: Como una peli filmada aquí en la Comarca de la Vera (un decir): No nos da la industria española (ni europea) para eso.
Es un gran experimento visual, y ésto lo afirma el que suscribe sin haber leído ni haberse apoyado en críticas ni recensiones sobre el filme (el 90% de ellas lía más que aclara). Gran película con enormes condicionantes: El primero, los veinticinco minutos del llamado "National Geographic", que se extienden de pronto inesperadamente en la primera hora de metraje: Luego apenas hay más, pero esto desconcierta, deja pasmados a los espectadores, con razón; a muchos que buscan ocio, pasar un rato que les evada y entretenimiento, les saca con cierta lógica del cine (Es verídico que en algunas salas de Estados Unidos, han colgado carteles en los que reza: "No devolvemos el dinero de la entrada".)
Mientras el cine convencional, muestra cocinas, estancias, interiores, con cuartos de baño y electrodomésticos "inteligentes", aquí Brad Pitt (un comercial mediano, esforzado, bordeando el paro, que adora a su familia, y que considera que educar a sus hijos con dureza les hará más fuertes), está hablando de que ha colocado "un cuarto de baño entero de acero inoxidable"...Y comen judías blancas, guisantes y patatas hervidas.
Desorientados todos los influenciables, que han centrado la película en Brad Pitt: Se trata de una obra autobiográfica, personal de Malick (autor de otra enorme película con Sissy Spacek que es "Badlands" -"Malas Tierras"- también ecológica, agrícola, de lucha del hombre contra el medio): Desorientados los que crean que el centro es Sean Penn: Es Pitt el que ha pagado la peli entre otros, a sabiendas de que aunque el guión fuera fantástico, el resultado podría acabar en algo nada comercial, y arriesgándose: El enfado de Sean Penn no es por el filme en si: es por una especie de duelo interno en montaje: los montadores, en vez de cortar los excesivos veinticinco minutos largos de las escenas de planetas, nebulosas, dinosaurios, bosques y tiburones-martillo, decidieron cortar la mitad del papel de Penn, porque sino les salía un experimento más largo que el Festival de la OTI.
Pero el alma de la película no es ninguno de los dos actores, ligeramente algo más, sí la angelical Jessica Chastain (la madre), pero sobre todo simplemente el niño Hunter McCracken (Jack en la película): porque es un filme muy simple, nada complejo en realidad (una vez superada la nebulosa-trampa), con unos diálogos sencillos y fabulosos, si se consigue llegar al final, y atravesar "el salto a pídola" que es el pastiche planetario, bello pero distorsionador: Si se llega a la segunda hora final... Entendiendo que el planteamiento-nudo-desenlace es inverso: Es decir: es una película que comienza con un desenlace "abierto", parece buscar "desenlaces" al final de la primera hora; y que se plantea a partir de la segunda hora final, superado ese "cambio de rasante", una trama pura, auténtica, con una poética visual rara de ver, atemporal, y que sí ahí se acerca al gran cine.
Porque es una historia sobre la infancia: nada más sencillo y complejo: es ese niño quién roba la peli a todos, su rebelión...,su descubrimiento de la vida...así de simple. ¿Panteísmo?: Explicado rápidamente: ¡Espiritualidad sajona pura y dura! Misticismo: ¿Pero qué religión profesan? ¿Calvinistas, presbiterians, metodistas, católicos protestantes?: No hay el menor símbolo latino, y el panteísmo ("Dios es todo"), es lo más cercano al budismo que existe...La página oficial habla de "dos caminos en la vida": olvida tal vez un tercero que es no dormirse durante la primera hora...y un cuarto que es no irse destempladamente diciendo: ¿Qué coño es ésto?...Sólo a través de "La Gracia" (de Mónaco) y de levantarse con buen pie se accede a la segunda hora...
Y es en esa segunda hora, donde se descubre la gran película que "El Arbol de la Vida" es: Esos cincuenta minutos finales, que son el planteamiento real: El descubrimiento de la vida por un niño, un padre al que odia (y al que acaba amando, -qué hijo no atraviesa una etapa así para forjarse-), una madre a la que adora (que es débil y demasiado gentil) y esa época en la que todos nos revolcábamos en el barro...Los veinticinco minutos "impostados" de secuencias sobre la Naturaleza, han sido algo injustamente comparados con "anuncios de seguros de vida" y con el "National Geographic" -que es un documental carísimo, no obstante, que se vende al mundo y se amortiza por eso-, y ya quisieran tener ésos anunciantes de seguros, los directores de arte, sonido y efectos visuales, que ha pagado Brad Pitt...Lo que ocurre es que el truco no funciona donde se coloca, y tal vez son esos veinticinco minutos los que se deberían haber reducido a tres.
El final, es casi redondo (-excepto un minuto-), porque no es nada panteísta ni religioso: es nihilista, puro azar, pura levedad del ser. Malick no es impostación, no es pretenciosidad, no hay trampa ni cartón, no pretende otra cosa que contar lo que cuenta, finalmente se centra en su propia historia; además totalmente autobiográfica, aunque la relata a la inversa, y ese final, esos cincuenta minutos esenciales, superada la primera hora, son pura poesía fílmica, un poema fílmico casi puro. La banda sonora viene firmada por uno de los mejores músicos de cine contemporáneo (Nada menos que Alexandre Desplat habitual del Maestro Polanski) y la fotografía a cargo de otro peso pesado: Emmanuel Lubezki (nominado ya al Oscar, más que probable candidato nuevamente por la presente, y ya curtido previamente con "¿Conoces a Joe Black?", "Reality Bites" ,"Un Paseo por las Nubes"...)...Cine para degustar con distancia, enorme entereza y voluntad, hasta entrar en el mundo de Jack, el niño, donde todo se hace grande, porque habla precisamente de lo más pequeño, retorcido y sencillo: Vivir.