A SEPARATION, ESSENTIAL KILLING, EL TOPO, DRIVE, BRONSON, MELANCHOLIA

Ripley se plantea una entrada multi-cinéfila, intentando ir un poco más allá de todo lo visto, con una sorpresa que llega al final...

-"Nader y Simin, A Separation": Remonta con justicia poética por encima de todas, porque es la que menos artificio tiene en su urdimbre (al contrario que "Drive" que podría tener algo). Ya cuando escribo esto, con el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa conseguido, lo que comienza como una cinta costumbrista, -que hace temer en el espectador un "Kramer contra Kramer" a la iraní-, el film de Asghar Farhadi, va despegando poco a poco hasta remontar y llegar a uno de los mejores finales que he visto en el cine actual, pero es una entrada , ésta de hoy, con sorpresa final.

La tensión no se produce en una pareja que se quiera separar por problemas convivenciales: Hay amor en los dos, pero pesa una hija adolescente y el deseo de Simin, su madre, por abandonar ése país y encontrárle un futuro, lejos de un lugar para vivir y crecer un tanto tétrico, en el que el machismo y la religión están presentes en los momentos cotidianos más recónditos. Simin frente a Nader un padre, que lucha por cuidar a la persona que le dio vida: su propio padre, el abuelo, un anciano ahora enfermo de Alzehimer. La tensión, inesperadamente, debido a que Nader debe trabajar y Simin abandona temporalmente la casa, es desatada por la cuidadora del abuelo: Parece un drama costumbrista, social, pero aborda un tema que toca al mundo: El maltrato y el abandono de la tercera edad, chocando casi con la educación de los hijos: pasado y porvenir juntos: Cómo cada generación trata a la anterior...Y cuando llega a ése punto, sin apenas artificio, y con unos medios relativamente limitados pero eficacísimos, notamos que el Oscar, el Oso de Oro de Berlín a la Mejor Película, Actor y Actriz, cobran especial relevancia cuando ya lo que entendemos por Tercer Mundo es Segundo, y empieza a tener los mismos problemas que el Primero, en un final de los que nos deja sentados en la butaca...

-"El Topo": fue una pequeña-gran decepción: sorprende que haya estado tantas semanas encabezando la taquilla en Inglaterra, porque es plúmbea, como lo es Le Carré: Realmente se trata de un género de espionaje puro, críptico, no hay thriller ni intriga ni acción (excepto unas secuencias en Estambul y Budapest): es una muy buena película porque es sobria, el diseño de producción, la ambientación, las interpretaciones y la partitura de Alberto Iglesias son excelentes: Es más fría y gélida aún que "Dejame Entrar" , pero sin sentimientos contenidos: A la salida de los "Renoir Princesa", los cuatro amigos que la vimos (tres chicos y una chica), dimos distintas versiones sobre lo que habíamos entendido y sobre quién era "El Topo" y ninguna coincidía: Un rompecabezas. Magistral gelidez, con un Gary Oldman en estado de gracia.

-"Melancholia" es una coña de Von Trier sobre el apocalipsis que parece que se nos avecina y anuncia por todos lados y le sale una excelente película, tal vez la mejor que ha hecho desde "Rompiendo las olas". Impresionante, la transformación actoral de la Dunst.

-Drive y Ryan Gosling, con esa interpretación de un calzonazos enamorado de su vecina, mirándole con ojos de cordero degollado, que el actor borda. A nadie se le escapa preguntarse porqué Winding Refn y la película no han llegado hasta los Oscar, porque la historia de amor es arrolladora: Es un homenaje a Scorsese, al propio David Lynch, pues Angelo Badalamenti firma la potentísima banda sonora. La única objección es que tal vez quede algo lastrada por excesivas escenas complicadas de violencia, externas al argumento central, un final demasiado abierto y no muy halagüeño. Pero sobre todo, la gran pregunta es: ¿Por qué Ryan Gosling no enseña siquiera un tobillo, un codo, su torso, si no parece tener nada que esconder?

-"Bronson": la anterior película del director de "Drive", que sin duda Ryan Gosling debió ver antes de rodar. En ella sale Tom Hardy, el "galán" de "El Topo", que al contrario que Gosling, se pasa aquí casi la mitad de la película completamente desnudo (-comprendemos entonces ahora los reparos de Gosling-): Con guiños filo-gays, muy en la onda preciosista de "Drive", y tan buena ó mejor, con otra banda sonora contundente, es un Biopic-ficción sobre Michael Peterson (apodado "Charles Bronson"), considerado "el hombre más peligroso del Reino Unido": La historia de un bruto boxeador humilde y desarraigado, tan extraordinariamente violento como sensible en ocasiones, condenado a entrar y salir eternamente de prisión: Tom Hardy busca su redención como Ryan Gosling. Menos conocida que "Drive", "Bronson" ha sido comparada con "La Naranja Mecánica", ¿Gosling o Hardy? ¿Con quién te quedarías?
Hablaba de una obra maestra al principio de la entrada. No, no puedo defraudarte: He encontrado una que lo es. La película que tu y yo teníamos que ver para reconciliarnos con el cine en mayúsculas. Para entender que todavía queda vida en las pantallas, para que el corazón nos dé un vuelco con una historia nunca vista antes, jamás contada: Tengo esa obra maestra para tí, cariño, que sigues y crees en éste Blog. Ya la conseguí. Se llama:
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-"ESSENTIAL KILLING"
: La mayor potencia emergente en el viejo continente europeo es Polonia: No en vano Roman Polanski, Andrej Wajda y Jerzy Skolimowski, son tres de los grandes genios vivos del cine mundial. "Essential Killling" es una película que no se parece a ninguna otra. Unica: Realmente una obra maestra o algo que se acerca a esa idea que tenemos tu y yo del cine. Rodada en 2010, pero estrenada en algunos países de Europa en 2011, se ha convertido en la gran película de culto, probablemente, del cine actual. Antes del Festival, ya se rumoreaba que a Jerzy Skolimowski (-autor de "Moonlighting" con Jeremy Irons, entre otras-), le había salido una obra maestra: El Festival de Venecia corona la película con la Gran Copa Volpi al mejor Actor para Vincent Gallo, y el Premio Especial del Jurado. Al que sigue el Gran Premio del Festival de Mar del Plata.


Se trata nada menos que de una huída, una escapada particular, políticamente incorrecta, porque el protagonista es un preso talibán, (que a veces tiene flashbacks en su cabeza, con versículos del Corán leídos, y lo que parece un lavado de cerebro que han realizado para reclutarle), que es conducido desde Abu Grahib, probablemente, a un país de la órbita del Este, pero ya pro-occidental, para ser juzgado, porque ha matado a unos soldados norteamericanos.

Lo que en los primeros siete minutos parece que se va a tornar en una previsible denuncia contra los excesos norteamericanos en el mundo, se convierte, por azar, oficio y magia en un ingente poema visual, en el que éste hombre, mientras es conducido a ese otro país, indeterminado entre Afganistan y Polonia, -por poner un caso, ya que no se especifica-, logra escapar por un accidente fortuíto del convoy americano.

En hora y veinte (apenas ochenta minutos) Vincent Gallo casi en solitario, logra el mejor papel en su carrera, y tal vez uno de los papeles cumbre del cine moderno: Por un lado, huye de los soldados norteamericanos, por otro, al inicio de la película recibe el impacto de un misil cercano y queda levemente sonado, aturdido, oye ruidos extraños -que nosotros oímos con él-. Por otro, se encuentra en un inmenso territorio montañoso y nevado que desconoce, donde el propio medio se va a convertir en su enemigo: Con apenas diez o quince minutos de diálogo (porque es una escapada, una lucha furtiva por la supervivencia), nuestro protagonista deberá enfrentarse a perros-policía y norteamericanos que le persiguen, leñadores rusos que le quieren matar, intentar romperse los grilletes...Y (una de las escenas más impresionantes): Una manada de lobos blancos que le rodea increíblemente sin hacerle ningún daño.

Es ya casi al final, en su breve encuentro furtivo con una mujer sordomuda que decide acogerlo en una humilde casa baja en la que brilla una lámpara (nada menos que una bellísima Emmanuelle Seigner ya madura -la propia esposa de Roman Polanski-), cuando obtiene un poco de cariño, una sopa caliente...El final cabalgando con un caballo blanco sobre la nieve (no diremos qué ocurre más), la escena de los lobos, la interpretación de Gallo, que no sólo -y apenas- es hablada, sino que consiste en esfuerzos físicos descomunales (-reales o fingidos-), nos hace recordar áquel gran cine de los 70-80: "Dersu Uzala" de Kurosawa me vino a la cabeza reiteradamente. Una película que nos hace congeniarnos con el cine. Escapamos y sufrimos con él, en cada escena trepidante de éste film, que realmente roza lo magistral. Huímos y deseamos sobrevivir, aunque el precio sea desproporcionado.