ELEFANTE, MONARQUÍA, REPÚBLICA, CHAPUZAS Y LA GUERRA A CRISTI-BÓTOX, LA NUEVA EVITA PEDORRI


"Las desinversiones de Repsol-YPF han sido como la trompa caída de un elefante.Cristina K."


¿Es España un país con pésimos dirigentes de siempre, o los que son pésimos, ingobernables e insoportables son los propios españoles y sus gobernantes son su propio espejo? Esta entrada desvelará la historia de un Rey, y hasta de un Presidente de República que salieron huyendo en el ejercicio de sus cargos: Atendamos lo que relata Benito Pérez Galdós en sus "Episodios Nacionales" sobre la Constitución de la Primera República en las Cortes y veamos si es ó no aplicable a la política española actual:

"Las sesiones de las Constituyentes me atraían, y las más de las tardes las pasaba en la tribuna de la prensa, entretenido con el espectáculo de indescriptible confusión que daban los padres de la Patria. El individualismo sin freno, el flujo y reflujo de opiniones, desde las más sesudas a las más extravagantes, y la funesta espontaneidad de tantos oradores, enloquecían al espectador e imposibilitaban las funciones históricas. Días y noches transcurrieron sin que las Cortes dilucidaran en qué forma se había de nombrar Ministerio: si los ministros debían ser elegidos separadamente por el voto de cada diputado, o si era más conveniente autorizar a Figueras o a Pi para presentar la lista del nuevo Gobierno. Acordados y desechados fueron todos los sistemas. Era un juego pueril, que causaría risa si no nos moviese a grandísima pena."

-LUCES Y SOMBRAS DE LA I REPÚBLICA.
El rey Amadeo había renunciado, abrumado, en pleno reinado: En las Cortes, una mayoría de diputados monárquicos, incomprensiblemente, a propuesta de un minoritario grupo republicano federal, votaron una resolución en la que surrealistamente aprobaban una república, aunque el país nunca llegó a adoptar tal forma jurídica. España atravesaba una aguda crisis económica, coincidente con la gran crisis mundial de 1873 y agudizada por la inestabilidad política: Las organizaciones proletarias respondieron con huelgas, marchas, concentraciones de protesta.
Al comenzar, afrontaban una desesperante situación financiera: déficit presupuestario de 546 millones de pesetas, 153 millones en deudas de pago inmediato y solo 32 millones para cubrirla. El 23 de febrero, el recién elegido presidente de la Asamblea Nacional, el radical Cristino Martos, organizó un intento de golpe de Estado, llegando la guardia civil a ocupar el Ministerio de Gobernación y la Milicia Nacional el Congreso, para instaurar una república unitaria. Esto provocó la primera remodelación del gobierno sustituyendo a los ministros progresistas por ministros republicanos federales
.

¿Conocen lo que ocurrió con el primer presidente de la I República?

El primero de los cuatro presidentes que tuvo la república federal en menos de un año fue Estanislao Figueras, catalán progresista y luego demócrata que evolucionó políticamente hacia el republicanismo federal.
La gestión de Figueras, quien ostentó el poder ejecutivo entre febrero y Junio de 1873, se vio jalonada de graves acontecimientos que sumieron al país en la peor crisis política de su siglo. Tras cuatro meses de desencuentros entre republicanos unitarios y federalistas para la redacción de una Constitución, Figueras, hombre cabal y de rectas maneras, explotó a comienzos de Junio en un Consejo de Gobierno. Mientras los ministros parloteaban desordenadamente sin ponerse de acuerdo, cuentan que gritó en catalán:
-“Senyors, ja no puc més. Estic fins als collons de tots vostès!”
. (-¡Señores, ya no puedo más, me tienen hasta los cojones!-).

Al día siguiente, sin dar parte a nadie, escribió su carta de dimisión, la dejó sobre el escritorio y salió a dar una paseo por el parque del Retiro.
Sus compañeros de causa y partido, extrañados por la ausencia del presidente pudieron leer al cabo de dos días un telegrama con noticias de Figueras:
“-Soy Figueras...“STOP”...estoy en París...”STOP“...llegué bien...”STOP“...saludos"
Tanto él como el Rey Amadeo, no pudieron más y se largaron

¿Qué ocurrió para que la I República durara sólo un año?

La nueva Constitución, que nunca llegó a ser redactada en su totalidad, preveía una organización federal a la manera de los EE UU: Estas grandes aspiraciones de España, que siempre acaban esperpénticamente: España quedaría articulada en 17 Estados autónomos con su propio poder ejecutivo, legislativo y judicial, que cederían parte de su soberanía al poder central de la República.

Sin embargo, antes de que la Carta Magna hubiese sido concluida, la revolución cantonalista se extendió como un reguero de pólvora. No en los 17 estados regionales históricos, como estaba siendo debatido, sino en una pléyade de cantones locales independientes y minúsculos; entre ellos las “Naciones” de "Valencia", "Alcoy", "Cartagena", "Utrera" -independiente de "Sevilla-" Granada y Jaén se declararon la guerra... y la más pintoresca y efímera, la "Nación de Jumilla" cuyo manifiesto fundacional fue:

“La Nación Jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la Nación Murciana, su vecina; pero si la Nación Murciana, su vecina, se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en Murcia piedra sobre piedra.”

-LUCES Y SOMBRAS DE LA II REPÚBLICA.

Si en la I República se propusieron ser como Estados Unidos y acabaron en cantones, la II República, de 1931 a 1935, conoce innumerables presidentes y la cifra récord de Estabilidad de 21 Gobiernos distintos. No se llega a ocho meses por presidente, con el pueblo muerto de hambre: Fuera de la idealización, esos años analizados y enjuiciados independientemente, excluyendo algunos enormes intelectuales, mentes preclaras, por encima de su tiempo, proyectos culturales y políticos de enorme calado, tampoco constituyen por si mismos un caso ejemplificador: La deriva radicalmente izquierdista, en la órbita pro-soviética y obsesivamente anti-clerical en la que acaba la II República no termina gustando a nadie en Europa: Se quedan completamente aislados. No son apoyados ni por Churchill, Chamberlain, ni siquiera por el socialista Léon Blum en Francia: Ni la izquierda ni la derecha tienen orígenes democráticos, y la violencia y virulencia con la que se hostigan es creciente, llegando en ambos casos a puntos de no retorno.

Contrariamente a lo que se cree, casi ninguno de los ingentes planes culturales y educacionales que se pretende implantar se logra del todo, porque el país está ahogado en su deuda, bancarrota y crisis: Esta vez la terrible del año 29.

Pero sobre todo porque el Presidente y su Primer ministro no se pueden ni ver: Niceto Alcalá-Zamora, de enorme capacidad intelectual, liberal y monárquico, ex-ministro de Alfonso XIII, de pronto se va tornando republicano: Presidente de la II República, es probablemente más que un héroe de la patria una suerte de cierto clásico chaquetero ibérico también, al formar parte tanto de la monarquía como de la república, una persona de fuerte carácter, autoritario, de origen liberal, ligeramente católico "light", desdeluego una mente preclara y de valía:

No es elegido entre varios candidatos, sino propuesto al Parlamento como candidato único: El y su primer ministro, Manuel Azaña -emimente estadista por encima de su tiempo también, secuestrado y atado de pies y manos por izquierdistas más radicales y cerriles de los que no consigue distanciarse lo suficiente, gran anti-clerical traumatizado por los curas de su infancia, que sin embargo se casa en los Jerónimos-, no se van a poder ver y soportar, chocan porque Azaña quiere impacientemente secularizar completamente la educación y Alcalá se niega a firmar algunas de sus leyes, se retrasa o amenaza con vetarlas, y es esa relación pésima una de las claves menos conocidas que marcarán definitivamente el régimen republicano: Estando parte de la enseñanza en manos de instituiciones religiosas, a la vez que se les obliga a desaparecer, disolverse o son prohibídas fulminantemente por Azaña, no hay tiempo ni se dispone por la crisis mundial, de recursos económicos para desarrollar centros laicos alternativos: el choque entre los dos estadistas es inevitable.

Azaña dimite varias veces, y varias veces es vuelto a llamar para formar gobierno por Alcalá-Zamora, pero ninguno de los presidentes que sucede a Azaña, logra una acción coherente de gobierno, sobre todo económica, enfrascados en dogmatismos y en discusiones inacabables. De la Constitución Republicana de 1931, aún con sus aciertos culturales-educativos, un intelectual tan poco sospechoso y grandioso como Miguel de Unamuno escribe: "No por choque y entrecruce de doctrinas diversas, sino por intereses de partidos, o mejor de clientelas políticas sometidas a una disciplina… Así se forja, claro no más que en el papel, un Código de compromiso henchido, no ya de contradicciones íntimas (...), sino de ambigüedades hueras de verdadero contenido. Así se llega al camelo..."

En 1933 hay elecciones y entre el centro y la derecha sacan cinco millones de votos, frente a tres de las izquierdas: La gente probablemente está descontenta ante tanto dogmatismo y discusiones y tiene hambre. Aún así, Alcalá nombra al radical Lerroux, que resulta ser el único presidente de gobierno español de la historia, dimitido en pleno cargo por corrupción, pues las evidencias y pruebas de que se dedica el estraperlo en plena Depresión del 29, le obligan a dejar el cargo: Diego Martínez Barrio, Manuel Portela Valladares, Joaquín Chaparrieta, Ricardo Samper, Augusto Barcia Trelles, son nombres de presidentes del gobierno que se van sucediendo, que seguramente ni los más convencidos republicanos de la actualidad recuerdan ó conocen.

Fuera de lo que ocurre después con el Golpe de Franco, completamente repulsivo e ilegal, y realmente el único factor que hace idealizar ésa época a tanta gente, de una forma casi infantil a posteriori, sucede otro hecho nada ejemplar ni idealizable de la II República: Manuel Azaña el que fuera su primer ministro, instando a dos votaciones de las Cortes, por una serie de mecanismos legales que no está del todo claro si se cumplen jurídicamente propiamente ó no, consuma su última venganza: Destituir a su propio Presidente de la República, Alcalá-Zamora: Lo cesa. No sólo Lerroux dimite por corrupción, sino que además, en ése corto período de tiempo, la propia República Española logra destituir y cesar a su propio Presidente y Jefe de Estado. Una época por si misma muy convulsa como mínimo.